EL hormiguero
Por: Yamilka Nuñez

Teresa se quedaba maravillada viendo a las hormigas
trabajar horas y horas sin descanso. Observaba cómo se comunicaban y
colaboraban entre ellas, siempre tan organizadas y diligentes. Cada hormiguita
tenía una tarea y todas trabajaban juntas en armonía.
Un día, mientras estaba absorta en la laboriosa vida
de las hormigas, escuchó un ruido a lo lejos. Eran sus compañeros Moisés y
Kevin, que estaban peleando. Teresa se preocupó y pensó: "¿Qué harían las
hormigas si dos de sus compañeras se pelearan?"
Recordó que en el hormiguero había una hormiga reina
que mantenía el orden y la paz. Entonces, corrió hacia su maestra para contarle
lo que estaba sucediendo. La maestra, con una sonrisa, fue a hablar con Moisés
y Kevin, ayudándolos a resolver su conflicto y recordándoles la importancia de
ser buenos amigos.
Teresa aprendió algo muy valioso ese día: al igual que las hormigas, las personas también deben trabajar juntas y ayudarse unas a otras. Las hormigas tienen una reina que las cuida y guía, y en la escuela, la maestra cumple ese importante rol de proteger sus alumnos como si fueran sus hijos.
Desde entonces, Teresa no solo disfrutaba viendo a las
hormigas, sino que también compartía lo que había aprendido con sus compañeros.
Les contaba cómo las hormigas trabajan juntas en armonía y cómo todos en el
jardín de niños también podían hacerlo.
Ahora, a la hora de receso, muchos de los niños en el
jardín de niños se pierden en el patio, pero
saben a dónde ir. Se reúnen alrededor del hormiguero, observando y
aprendiendo de esas pequeñas criaturas.
Y así, con alegría y amistad, el jardín de niños se convirtió en un lugar donde todos se ayudaban ytrabajaban juntos, tal y como lo hacían las hormigas.
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